Viste tu sensualidad con látex

Vestirse con látex está asociado con la excitación y la sensualidad, por ello se constituye como uno de los fetiches más comunes dentro de la sexualidad. Además, forma parte de muchas experiencias sexuales, porque es un vehículo que induce fantasías o que las despierta.

La mayoría de las personas parece expresar una sensación de transformación o de poder cuando se viste de látex, una pérdida de inhibición sexual y un reforzamiento de su libido.

Vestirse de látex implica todo un ritual lento y voluptuoso, una caricia sinuosa y atrevida que va cubriendo el cuerpo, sin prisa pero sin pausa, como una segunda piel, de acuerdo con ABC.es

En este sentido, el látex parece mejorar, ampliar y prolongar el placer, en ésta que es una de las experiencias sexuales más excitantes. El fetichismo por el látex se basa en la naturaleza del propio material y su manera de aferrarse al cuerpo como “una segunda piel”.

Como lo menciona una participante del blog eros de elpais.es, para algunas personas vestirse con látex resulta “un recorrido sensual porque perfecciona la silueta, disimula defectos y resalta lo más bello de cada cuerpo con refinada delicadeza”.

Debido a que no se trata de ropa corriente que la sacas del armario, te la pones y ya, el usarla conlleva todo un ritual que también forma parte del placer de este fetichismo.

Antes de vestirlo, primero se debe aplicar un poco de talco en determinadas zonas, de lo contrario puede ser difícil entrar en el traje. Luego la parte más divertida del proceso: dar brillo al material, para ello hace falta un producto especial: el abrillantador.

Después de un rato, la prenda se vuelve mate y es entonces cuando reclama una nueva y refrescante aplicación, y con ella llega una breve pero excitante experiencia sexual.

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