Pompoir aumenta placer sexual

El pompoir, conocido también como “beso de Singapur” o “toque de flauta”, es una técnica sexual surgida en India y cuya antigüedad se desconoce, pero desde algunas décadas ha sido empleada para la falta de deseo y anorgasmia femenina, así como para tratar la impotencia o eyaculación precoz en hombres.

La definición de la palabra se podría interpretar como "chupar el pene con la vagina ", en referencia a la imagen de sexo oral y la presión en la boca que puede ejercer durante este acto.

Esta es la base para la acción técnica del pompoir, que es la sensación proporcionada a la pareja cuando la mujer utiliza los músculos de la vagina para succionar el pene y lo libera gracias a dicho entrenamiento.

Algunas mujeres pueden nacer con esta capacidad, pero todos tienen la oportunidad de aprender y practicar simplemente con un poco de ejercicio. Además, en esta técnica, la pareja practica el acto sexual sin llegar a la eyaculación.

Los músculos de la pelvis y la vagina se pueden ejercitar como cualquier otro. Y gracias a estos ejercicios, una mujer llega a una mejora del placer sexual, además de que evita el desprendimiento de la región pélvica, causada por el parto; el exceso de eventos inflamatorios causados por la edad muy avanzada o por el sobrepeso.

Su práctica es sencilla y fácil de aprender, pero lo recomendable es que la mujer mantenga en forma su musculatura perineal en forma y tonificada, antes de realizar estos ejercicios o juegos de los sentidos, como se consideraban antiguamente.

Para comenzar estos ejercicios:

1. Debe elegirse una posición cómoda para ambos. Las más recomendables son: la mujer encima del hombre o estar acostados de lado.

2. Antes de la penetración, la vagina deberá estar bien dilatada y húmeda, siendo previamente estimulada con caricias y sexo oral, con la finalidad de que el hombre no entre demasiado excitado.

3. Una vez adentro, el hombre permanecerá quieto y relajado, para que la mujer esté bien concentrada en su propio ritmo y placer, ocasionado por los movimientos de su vagina.

De esta manera, en el pompoir la mujer es la encargada de marcar los movimientos y ritmo, manteniendo las caricias, contacto visual y comunicación con el hombre, para que ambos puedan llegar al orgasmo de manera conjunta.

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