Mitos y realidades sobre la homosexualidad

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En la medida en que erradiquemos prejuicios y mitos que existen alrededor de la homosexualidad, tendremos una mejor sociedad.
Salud180, El estilo de vida saludable

POR: Laura Martínez Alarcón

El estilo de vida saludable

15-05-2013

El 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó que la homosexualidad no era una enfermedad mental. Ya antes, desde 1973, la Asociación Americana de Psiquiatría la había descartado de su lista de trastornos mentales. Sin embargo, tuvieron que pasar muchos años para que, en el 2005, más de 40 países del mundo celebraran el 17 de mayo como el Día Mundial contra la Homofobia, para denunciar y erradicar la discriminación en contra de la comunidad de la diversidad sexual.

 

Las cosas han cambiado, pero todavía hay mucho camino por recorrer. En 80 países del mundo se sigue considerando a la homosexualidad como ilegal y cinco de ellos la castigan con pena de muerte. En la medida en que erradiquemos prejuicios y mitos que existen alrededor de la homosexualidad, se podrá vivir en un mundo mejor.

Mito: Ser homosexual es “anormal”.
Realidad: Ser homosexual es una orientación sexual, ni más ni menos que eso. No tiene nada que ver con la normalidad o anormalidad. La homosexualidad no provoca “anormalidades” psicológicas o físicas, ni es causada por ellas.

 

Mito: Si es una “opción” sexual, puedo elegir otra.
Realidad: La orientación sexual no es una opción deliberada ni una elección que pueda modificarse por pura voluntad.

 

Mito: La homosexualidad es producto de una mala crianza o por familias disfuncionales.
Realidad: Los gays y lesbianas, igual que los heterosexuales, crecen en todo tipo de familias. Ninguna investigación ha logrado establecer un vínculo entre la homosexualidad y los conflictos familiares.

 

Mito: Los homosexuales no tienen parejas estables.
Realidad: Existen muchísimas parejas homosexuales duraderas. En este sentido, no hay diferencias con las heterosexuales. La necesidad de formar pareja, de sentirse amado, de construir una familia, de darle a otra persona lo mejor de sí, todo ello está presente en varones gays y mujeres lesbianas. En todo caso, se enfrentan dificultades similares a la hora de construir una relación que perdure muchos años.

 

Mito: Los homosexuales “acosan” a gente de su mismo género.
Realidad: Recordemos que los acosadores y los violadores son, en su mayoría, heterosexuales. Y así como a las mujeres heterosexuales no les da lo mismo cualquier hombre, a una chica lesbiana o chico gay no les gustan ni todas las mujeres ni todos los hombres respectivamente.

 

Mito: Los homosexuales son perversos y degenerados.
La homosexualidad dejó de ser considerada una perversión y un trastorno psicológico desde 1973, cuando fue eliminado del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM 3), documento de referencia para la mayoría de los psiquiatras y psicólogos clínicos del mundo. Por otro lado, no está demostrado que los homosexuales sean más propensos a tener rasgos de personalidad o conductas perversas que los heterosexuales.

 

Mito: Con una buena terapia puede “convertir” a un homosexual.
Todos los intentos llevados a cabo, especialmente en la década de los 50, por “convertir” a los homosexuales han sido inútiles y algunos muy violentos. El objetivo de la psicoterapia es ayudar a la persona y a su entorno a asumir sus deseos y convivir con los mismos, no a transformarlos según los parámetros sociales.
 

Aclaracion:

El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, más no la ideología de Salud180.com

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