¿Te quedas con tu pareja por amor o por costumbre?

Dice un viejo refrán que “más vale malo por conocido, que bueno por conocer”. También hay quien opina: “Total, para encontrar a alguien peor…”.

Frases como éstas nos indican que permanecer a lado de una persona por mucho tiempo, en ocasiones, puede ir del amor a la costumbre.

Según la educadora cubana Miriadis López Álvarez, mantener una relación por sin pasión hace mucho daño.

La costumbre mata al cariño, y el amor es el candado del resto de los sentimientos, afirma la especialista.

  El proceso del amor

El lazo afectivo entre dos personas se genera desde la atracción y el enamoramiento, lo difícil llega después, cuando de lo que se trata es de mantener constantes estos factores a lo largo del tiempo.

Según el psicólogo boliviano Óscar Urzagasti, la costumbre es el proceso en el cual dos personas están juntas, pero sin una visión en común.

Simplemente entienden esta unión como una especie de acompañamiento y lo afectivo pasa a segundo plano o se llega a  perder por completo.

El especialista agrega que si bien en la etapa del enamoramiento hay mucha química, de forma natural disminuye y llega a un amor más racional.

La relación entonces cambia y se empiezan a priorizar ciertas cosas que son de interés común, como los hijos, la situación económica, la salud y otros. Esto ayuda a desarrollar el vínculo, explica Óscar Urzagasti.

Esto no es malo, al contrario, ambos están construyendo una vida futura responsable, lo que no significa dejar de lado la relación de pareja para no incurrir en la rutina.

  Acciones a tomar

Urzagasti aconseja renovar constantemente el programa de vida diario para que no se convierta en una costumbre.

De lo que se trata es de ingeniar detalles que aviven el fuego de la pasión y dar demostraciones de amor sin dejar que la pareja caiga en el aburrimiento y la resignación.

Para afianzar la unión con tu pareja, es importante cuestionarte e identificar los detalles, maneras de ser y sentimientos que más te siguen atrayendo en tu relación.

Cuando la duda aparezca y te haga pensar si lo que te mantiene con tu pareja es amor o costumbre y si vale la pena seguir a su lado por que lo amas o por que estás acostumbrado a pasar tiempo con él o ella.

Es momento de sincerarte contigo mismo. Atrévete a formularte preguntas como: ¿cuánta falta me hace esta persona?, ¿por qué?, ¿temo quedarme sola y no tener compañía?

“Después de contestar sinceramente tendrás algo más claro; a veces es difícil diferenciar ambos vínculos”, comenta el especialista.

François de La Rochefoucauld, escritor francés del siglo XVII, ya lo dijo una hermosa máxima: “No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay”

Construir una relación exige seguridad, estabilidad, confianza, y sobre todo amor. Y tú, ¿te has preguntado por qué estás con tu pareja?