¿Cuál es tu caparazón?

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En la naturaleza se pueden ver diversos modelos de camuflaje y protección; por ejemplo, el camello africano puede cerrar la nariz para protegerse de la arena, los caracoles, tortugas y otros pueden ocultarse y encontrar amparo en su caparazónEsto me hizo reflexionar en la capacidad natural para protegerse de algo adverso.

 

Hay circunstancias en las que sería de gran beneficio contar con un caparazón. Recuerdo en la época escolar haber subido un cerro y al descender decidí caminar y cortar camino para llegar a mi casa, por no traer dinero para el pasaje.

 

Se hizo de noche y en el trayecto me encontré con una construcción de casas, no había luz eléctrica y de repente miré a tres trabajadores que caminaban hacia mi. Por un momento me asusté y pensé en la necesidad de refugiarme.

 

Como físicamente no tenía adonde ir, continué mi paso unido al pensamiento de que estaba bajo la custodia del amor divino. Al pasar enmedio de esos hombres, me dijeron con un tono intimidante: ¿Estás solita?, ¿la acompañamos? Por mi parte, marcando el paso firme les respondí: No estoy sola. Ellos continuaron su camino, repitiendo al menos una vez la respuesta que yo les había dado. Por mi parte, no vacilé en seguir mi camino hasta llegar de manera segura a mi hogar.

 

Esta experiencia me hace pensar en la importancia de proteger el pensamiento durante situaciones intimidantes o peligrosas. La información que a veces se recibe de los medios de comunicación acerca de los síntomas de alguna enfermedad, epidemias u otros, son una amenaza que al igual que ciertos animales, uno debiera refugiarse desde un comienzo.

  Tu pensamiento, tu fortaleza

 

Mary Baker Eddy, fundadora del periódico The Christian Science Monitor, afirma en uno de sus escritos: Los buenos pensamientos son una armadura impenetrable; revestíos con ellos estáis completamente protegidos contra los ataques de toda clase de error. Y no sólo vosotros estáis a salvo, sino que todos aquellos en quienes reposan vuestros pensamientos también son por ello beneficiados.

 

Refugiarnos en la mente divina, la inteligencia suprema y creadora de leyes infalibles que sostienen no solo al universo sino a cada uno de nosotros es una herramienta a la cual se puede recurrir en todo momento, que resguarda y libera de cualquier tipo de intimidación.

 

Claudia Honorato integra el Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana para Chile

Email: chile@compub.org  Twitter: @puramentesana

Aclaracion:

El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, más no la ideología de Salud180.com

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