¡Aprende a escuchar!

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Aprende a escuchar/ Cortesía: Getty Images
Salud180, El estilo de vida saludable

POR: Alfonso Andrés Fernández. Colaborador

Psicólogo y médico cirujano por la UNAM. Estudió la licenciatura y maestría en comunicación. Actualmente se dedica al periodismo científico.

08-04-2015

Sales con un amigo a tomar un café, le platicas que te sientes fatal porque tienes muchas presiones en el trabajo. Pero a los pocos segundos de haber iniciado la conversación, te interrumpe: “a mí también me pasa lo mismo, fíjate que la otra vez….” Retomas la charla y te impide continuar: “te digo, así es la gente, fíjate que hace tiempo….”. Y así puedes pasarte horas escuchándolo.

 

Seguramente has enfrentado esta situación, ya sea con algún compañero de trabajo, un familiar, amigo o tu pareja. Y a pesar de que su interrupción no sea para hablarte de él o ella, cuando lo hacen quieren expresar su opinión o hablar de varios temas.

 

Lo más curioso es que llegan a decirte: “¿qué opinas?, ¿cómo te ha ido?” y al momento de responderles… ¡no te dejan! Llega un punto que decides no hablar más y te conviertes 100% en escucha.

 

En algunos casos, la persona con quien platicamos está pasando un momento difícil, su estado de ánimo no es el mejor, lo que causa desinterés en nuestra charla.

 

En ciertas situaciones, las interrupciones pueden ser parte de un hábito y dependiendo la forma en que se hagan, permiten orientar la conversación, aclarar dudas sobre un tema, retomar algún punto interesante. Sin embargo, debemos estar atentos y detectar porqué, cuándo y qué tan frecuente impedimos o nos impiden que sigamos hablando.

 

Entrenando para escuchar

 

Si tienes este perfil de conversador, es importante que reflexiones y aprendas a escuchar. De nada sirve que “oigas”, con la mirada puesta en la persona, si durante la charla estás pensando en otra cosa o analizando obsesivamente las frases que le vas a decir.

 

Se trata de mostrar interés, incluso de saber preguntar en el momento adecuado. La formulación de preguntas puede alentar o detener una conversación. De ahí la importancia de saber hacerlas.

 

 

Recuerda que el arte de escuchar se ejercita día a día. Antes que nada, aprende a escucharte a ti mismo. Reconoce lo que piensas y sientes. Después date la oportunidad de escuchar, de ser tolerante, de manejar espacios, pausas. Se vale interrumpir, siempre y cuando lo hagas con respeto y de manera justificada. 

Aclaracion:

El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, más no la ideología de Salud180.com

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