Personalidad de los niños, clave para la educación
POR: Consuelo Hernández
Editora de Salud180.com, egresada de la UAM-X. Disfruta de la música y la naturaleza. Fan del ciclismo y del buen humor.
AUDIO Podcast. En entrevista en Salud180.com, Carlos Ávila, psicólogo y consultor educativo de Amco (líder en investigación, desarrollo e implementación de metodologías educativas) te explica cómo un niño se siente más feliz y capaz en la escuela.
TRANSMISIÓN 06/09/2013
¿Educas de la misma forma a todos tus hijos? Tal vez es mejor que analices la situación y elijas una manera de mejorar la educación de tus hijos, ya que la personalidad de los niños es muy diferente en cada uno de ellos.
En entrevista para Salud180.com, Carlos Ávila, psicólogo y consultor educativo de Amco (líder en investigación, desarrollo e implementación de metodologías educativas) detalla que los niños son diferentes, su personalidad, temperamento y el manejo de las emociones, características que influyen directamente en su educación.
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Carlos Ávila asegura que lo ideal es que las escuelas tengan un programa de integración que se enfoque en la inteligencia emocional y personalidad de los niños, para que sean felices y brillantes.
Estimular las inteligencias múltiples, reto de las escuelas
Las inteligencias múltiples es un modelo que nos dice que cada ser humano tiene un dominio diferente o se inclina a una inteligencia diferente, como las que se mencionan a continuación:
- Lógicos-matemáticos. Les encantan las matemáticas y sobresalen en esa materia.
- Verbal- lingüísticos. Les gusta el español, las clases de historia, leer
- Arte. Son más inquietos y les gusta moverse, aprender a través del canto, danza y música
- Social o interpersonal. Les gusta platicar con sus compañeros
- Intrapersonal. Son tímidos, callados, silenciosos y reflexivos
- Visual-espacial. Se les facilita el dibujo
Si los padres y docentes están “al pendiente de qué tipo de inteligencia es la que predomina en el niño, el maestro puede diseñar las clases para todo tipo de inteligencias y las clases se vuelven más atractivas y los niños van a estar más atentos”, asegura Carlos Ávila.
“El gran reto no es que pueda aprender, sino que el niño quiera aprender, y esto lo consigue cuando se sienta seguro, aceptado, capaz y amado por parte de sus maestros y compañeros en la escuela”, finaliza.